Saltar al contenido

Maneja correctamente tus deudas con estos 5 pasos clave

  • Investor
Guía definitiva para el manejo de deudas

¿Me creerías si te digo que un correcto manejo de deudas puede ayudarte a cumplir tus objetivos financieros? ¡Pues créelo! Esto es posible. Si bien una deuda es una herramienta que se debe usar con responsabilidad, aprovechar sus ventajas puede traerte grandes beneficios. 

Aprender sobre deudas te será de gran ayuda a lo largo de tu vida. Si entiendes cuál es su utilidad y cómo debes usarla correctamente evitarás caer en cualquier situación que pueda causarte problemas financieros. 

Por esta razón, en The Investor U nos dispusimos a hablarte de las deudas para remover la mala percepción que tienen. 

Te invito a leer este artículo en el que te enseñaré desde el concepto de deuda, los tipos de deuda que existen y cómo liberarte de ellas

¿Qué es una deuda? 

Una deuda es la adquisición de una cantidad de dinero bajo la obligación y el compromiso de ser pagada en un periodo de tiempo estipulado. A la persona que presta el dinero se le conoce como prestamista: puede ser un acreedor, o una entidad financiera como un banco. La persona que recibe el préstamo es conocida como prestatario o deudor

Algunas de las deudas más conocidas son los préstamos bancarios, financiamientos, crédito hipotecario, préstamos de automóviles, motocicletas, personales, sobre nómina y las tarjetas de crédito. 

Ten en cuenta que para poder ser candidato a un préstamo o un crédito tienes que demostrar tener solvencia económica, es decir, que serás capaz de pagar las mensualidades correspondientes del crédito más el interés generado. Te comparto un artículo que hicimos en The Investor U donde encontrarás una guía para principiantes con todo lo que debes saber para tener en orden tus finanzas personales.

Manejo de deudas

Un buen manejo de deudas implica no solo que conozcas la cantidad que debes, sino que también consideres los intereses de cada deuda que tengas, el plazo, a quién le debes y un plan de pagos para liquidarlas.

Una mala gestión puede crear una situación financiera muy complicada: haber hecho una mala planeación antes de adquirir la deuda, o el no tener un plan de respaldo en caso de perder tu empleo, son algunas de las cosas que pueden impedirte pagar en algún momento. 

Un aspecto importante a tener en cuenta para la administración de deudas es la tasa de interés, que se puede considerar como el costo de pedir dinero prestado. Es un porcentaje calculado con respecto al monto de la deuda; por lo tanto, además de pagar el monto total tienes que considerar la cantidad de intereses que generará tu préstamo. 

Asimismo, por un incorrecto manejo de deudas tendrás una mal historial crediticio y esto te afectará en el futuro cuando quieras adquirir otro préstamo. 

Una de las misiones que tenemos en The Investor U es la de mejorar la relación de las personas con su dinero. Sigue leyendo y conoce más sobre los tipos de deudas y cómo adquirir una de manera correcta. 

¿Qué es una obligación de deuda garantizada? 

Las deudas pueden tener algo conocido como obligación de deuda garantizada, esto es un tipo de producto financiero que se respalda con un activo. 

Algunos de los activos que más se utilizan para garantizar una deuda son: 

  • Hipoteca de vivienda
  • Hipoteca comercial

Gracias al uso de estos activos como garantías es posible acceder a sumas altas de dinero con tasas de interés atractivas; no obstante, en caso de no pagar se corre el riesgo de perder el patrimonio que se ha dejado como garantía.

Tipos de deudas 

Para explicarte esta parte, quiero hacer una distinción entre dos palabras: deuda y crédito. Para muchos son casi lo mismo; sin embargo, la deuda es la obligación que se adquiere para pagar, mientras que un crédito es el contrato que se adquiere con una entidad financiera por el cual se recibe una cantidad de dinero (préstamo).

Lo que sucede es que, un crédito forma parte de la deuda y viceversa; por eso te hablaré sobre algunos tipos de deudas y tipos de créditos. 

Deuda de subsistencia

La deuda de subsistencia es la que se utiliza como respaldo; es decir, cuando por alguna razón se termina la liquidez (el dinero disponible para gastar) se puede adquirir un préstamo como emergencia para cumplir con el pago de las necesidades básicas: comida, transporte, etc. 

Tal como su nombre lo dice, es una deuda que cumple con la función de cubrir los gastos que nos permiten subsistir. 

Deuda hormiga

La deuda hormiga corresponde a los préstamos pequeños que normalmente no se tienen registrados ante una institución; son los que se obtienen de manera informal cuando por alguna causa se pide prestado a un familiar, amigo, o a un proveedor.

Si bien no hay un contrato de por medio, tienes que considerar pagar este tipo de préstamos lo más pronto posible, ya que, una deuda puede influir en la relación que tienes con las personas. Asimismo, no subestimes la cantidad a deber, pues por no tenerlos contemplados puede llegar a llevarte una sorpresa sobre lo que debes. 

Deuda de consumo

Una deuda de consumo es la que se adquiere cuando se compra un producto que representa un costo alto que es complicado de pagar de una sola vez. Son productos como refrigeradores, lavadoras, televisiones o incluso un viaje; la intención es obtener el beneficio del producto o servicio y, posteriormente pagar el total a través de un plan de pagos a plazos. 

Este tipo de deuda puede llegar a tener intereses, las condiciones dependerán de cada establecimiento y de la forma en que maneje el crédito la institución financiera que te haga el préstamo. 

Deuda de apalancamiento (inversión)

La deuda de apalancamiento es una forma de inversión que se realiza a través de la deuda. El propósito de esta estrategia es la de aumentar las ganancias con ayuda del dinero obtenido. 

Suele utilizarse en negocios para adquirir maquinaria o algún tipo de activo que como resultado permita ganar más dinero. 

Crédito revolvente y crédito de plazo fijo

Para entender más fácil el tema de créditos, conviene saber que existen dos tipos principales: crédito revolvente y crédito de plazo fijo.  

Crédito revolvente

El crédito revolvente es aquel que vuelve a tener vigencia una vez que se realiza el pago. Es  decir, una institución financiera otorga una línea de crédito que corresponde a una cantidad de dinero y el usuario podrá disponer. Una vez que se pague esa cantidad que se usó, la línea de crédito se restablecerá y se podrá volver a disponer del dinero.

Los dos tipos de créditos más conocidos son:

Tarjeta de crédito

Este tipo de crédito es otorgado por instituciones bancarias o por bancos digitales (conocidos como Fintech). Se utilizan para adquirir una deuda a corto plazo; es una cantidad que te servirá para comprar algo con dinero que no tienes en este momento, pero que sabrás que tendrás en un futuro inmediato. 

La cantidad disponible en tu tarjeta de crédito dependerá de tu situación económica actual y de tu comportamiento al utilizarla, es decir, que pagues cuando es necesario y entiendas la responsabilidad de su uso. 

Una tarjeta de crédito no es una extensión de tu sueldo, es simplemente un préstamo que deberás devolver en un futuro inmediato.

Tarjeta departamental

La diferencia con las tarjetas de crédito comunes es que estas son otorgadas por tiendas departamentales con el fin de que las utilices en sus establecimientos. Su propósito es el de otorgar beneficios y facilidades para que puedas adquirir más productos. Son una gran opción en caso de que necesites adquirir algún tipo de deuda de consumo. 

Al igual que las tarjetas de crédito, una tarjeta departamental es un préstamo y debes utilizarlo de manera responsable.

Crédito de plazo fijo

El crédito a plazo fijo es un tipo de deuda que cuenta con un calendario de pagos establecido. Será la institución financiera quien otorgue las condiciones del préstamo: el monto, los intereses a pagar y los intereses moratorios (intereses adicionales en caso de que no se cumpla con el pago).

Una vez que liquidas este tipo de préstamos, la obligación termina. No obstante, si tu comportamiento fue positivo, tendrás posibilidades de obtener cada vez más capital y mejores condiciones en tus siguientes préstamos.

Algunos de los más comunes son:

Préstamo personal

Es aquel que se adquiere sin ningún propósito en específico. Es decir, la institución bancaria en la que lo solicites no te preguntará sobre el uso que le darás. 

Este tipo de préstamos son muy comunes y no solo los bancos pueden otorgarlos, hay casas de empeño u otros tipos de instituciones que dan esta facilidad. Es muy importante que te asegures de que quien ofrece el préstamo sea una institución seria y regulada por las dependencias correspondientes del país donde te encuentres. Hay muchas estafas en este tipo de servicios y debes tener cuidado con  “préstamos fáciles” de obtener. 

Crédito de nómina

Al igual que el préstamo personal, el crédito de nómina puedes usarlo para el fin que desees. Este préstamo se le da a los trabajadores y es indispensable que se tenga una cuenta bancaria en la que se reciba el pago de su salario; de esta forma, la institución financiera asegura que hagas tu pago en tiempo ya que se descontará automáticamente. 

Crédito hipotecario

Un crédito hipotecario cumple con el propósito de recibir un préstamo que será destinado para comprar una casa o un departamento; debido a que, este tipo de inmuebles representan una inversión grande, deberás analizar a detalle todas las características relacionadas al préstamo y al inmueble. Una decisión así de importante no deberás tomarla a la ligera, investiga todas las opciones posibles y las condiciones de las instituciones que ofrecen el préstamo. 

Crédito automotriz

Un crédito automotriz cumple con el propósito de recibir un préstamo que será destinado para comprar un vehículo. Algunos créditos de este tipo incluyen beneficios como incluir un seguro u otras características que resguarden y protejan tu automóvil. 

¿Cómo calcular la deuda que puedes asumir? 

Uno de los puntos clave para un correcto manejo de deudas es tener un cálculo que te permita saber cuánta deuda puedes asumir sin comprometer tu salud financiera, a esto se le conoce como capacidad de endeudamiento

Según BBVA, los expertos calculan que el límite de capacidad de endeudamiento es entre 35 % y 40 % de los ingresos netos mensuales. Es decir, a tu ingreso total le restas el total de tus gastos fijos y variables, y, posteriormente con base a ese resultado calculas el porcentaje recomendado. 

Recuerda lo importante que es tener un detalle de cuánto gastas y cuánto ganas cada mes. Esto hará que te sea más fácil el poder calcular tu capacidad de endeudamiento. 

La fórmula es la siguiente: 

Capacidad de endeudamiento = (Ingresos Mensuales – Gastos Fijos) x 0.40 

No consideres tener más de un solo préstamo vigente, con el fin de evitar un sobreendeudamiento que pueda terminar causándote problemas financieros. 

Consecuencias de un mal manejo de deudas

Una mala estimación de tu capacidad de endeudamiento puede conducirte a problemas complejos. En primer lugar, tendrás la responsabilidad de liquidar el pago de tu deuda, y además deberás asumir las siguientes consecuencias: 

Historial crediticio negativo

Las instituciones bancarias reportan tu comportamiento con tu deuda a las instancias correspondientes en términos crediticios. Por lo tanto, en caso de que no pagues a tiempo, los bancos notificarán tus faltas y quedarán registradas en  tus antecedentes de comportamiento crediticio. Un historial negativo te dificultará obtener un crédito en el futuro.

Asimismo, no podrás sacar un crédito hipotecario o automotriz; cualquier tipo de préstamo en el que hayas incumplido con los pagos será un mal referente de tu comportamiento. Por esta razón, tendrás que olvidarte de obtener algún otro tipo de préstamo, pues todas las instituciones tendrán acceso a tu historial crediticia y serán libres de rechazarte sus servicios.

Embargo

En el caso de los créditos hipotecarios al incumplir con los pagos la entidad financiera correspondiente podrá tomar acciones legales en contra del deudor y perder el inmueble vinculado a la hipoteca. Las acciones correspondientes serán las indicadas de acuerdo a las leyes de cada país. 

¿Cómo salir de deudas?

Hay varios consejos que puedes usar para comenzar el proceso de liquidación de deudas. En primer lugar, haz un registro de todas ellas, el monto que debes, la tasa de interés y el plazo. 

Una vez que hayas hecho lo anterior, considera lo siguiente: 

Paga más del mínimo

Muchas personas cometen el error de pagar el mínimo de la deuda de tarjetas de crédito. Esta opción, aunque parece más cómoda, es realmente una mala práctica, pues se está haciendo únicamente el pago de intereses y una pequeña aportación al capital. 

El pago mínimo es únicamente una opción en caso de que tengas problemas económicos en cierto momento de tu vida; no deberás hacerlo de manera frecuente. Por lo tanto, en tu tarjeta de crédito haz todo lo posible para pagar el saldo total que debes. De esta forma no pagarás intereses y tu deuda no se irá incrementando con el tiempo. 

Asimismo, en otros préstamos existe la posibilidad de que hagas aportaciones al capital. Considera utilizar bonos o ingresos extras para esto; de esta manera disminuirás el plazo de tu deuda y los intereses. 

Recorta gastos para que puedas pagar más

Controla tus finanzas personales con el fin de saber cuánto estás gastando. Una vez que identifiques la mayoría de tus gastos, encuentra una manera de reducirlos. Procura ser crítico y analítico en este aspecto: es posible que estés gastando en cosas que no necesitas; lo ideal es eliminar ese tipo de gastos. 

Paga la deuda más cara primero

La deuda más cara será la que más intereses esté generando; por lo tanto, debe ser tu prioridad pagarla primero. Esta es una excelente estrategia para reducir de manera más fácil la deuda total.

Refinancia tu deuda 

Un refinanciamiento es establecer nuevas condiciones de pago en una deuda, como por ejemplo incrementar . Puede ser incrementando la mensualidad para disminuir el plazo. Las condiciones dependerán de la institución con la que hayas contratado tu deuda. 

Algunas de las desventajas de refinanciar una deuda que existen son: 

  • Si tu interés es reducir el plazo, es decir, pagar tu deuda más rápido, el monto a pagar incrementará. Si no cuentas con una planeación correcta esto podrá afectar a tus gastos y otras metas que ya tengas establecidas. 
  • Asegúrate de contemplar cualquier comisión o gasto relacionado al refinanciamiento, analiza a detalle los planes que te ofrecen antes de aceptarlos. 
  • Considera que el aumentar el plazo hará que incremente el tiempo que pagarás intereses; por lo tanto, sé consciente sobre el propósito por el cual estás refinanciando una deuda. 

Renegocia tu deuda

Los bancos lo que quieren es que realices el pago de tu deuda; por lo tanto, ellos están en toda la condición de conversar contigo y negociar otras condiciones para que te resulte más sencillo pagar lo que debes. Puede ser a través de un aumento en el plazo o una reducción de la tasa de interés; esto dependerá de la institución con la que tengas tu adeudo

Cómo renegociar una deuda 

Esto dependerá del banco o la institución financiera el plan que puedan ofrecerte; asimismo, deberás considerar bien cuánto serás capaz de pagar realmente, pues es primordial que cumplas con lo pactado en la renegociación. 

Comúnmente los bancos manejan dos tipos: 

Reestructuración

Es una facilidad que los bancos otorgan para que sigas teniendo una buena calificación en tu buró de crédito; mediante esta opción puedes llegar a un acuerdo con el banco donde dé una ampliación en el plazo para pagar tu deuda, reducir la tasa de interés o la cantidad de intereses que debes hasta ese momento.

El banco tiene la intención de ayudarte a pagar y mejorar las condiciones de tu préstamo actual con el fin de que te sea más sencillo cumplir con la obligación. 

Quita

A través de una quita el banco buscará que pagues la totalidad de la deuda con un descuento; este tipo de renegociación se realiza cuando resulta muy complicado para ti saldar una deuda y ya no quieres continuar más tiempo con el compromiso. La desventaja es que esta opción afecta a tu historial crediticio, pues el banco lo reportará como un daño a la institución. 

Consolida tu deuda

Este tipo de solución implica el unir todas las deudas que tienes en una sola. Puede ser a través de un nuevo préstamo o con ayuda de tu banco.

También existen instituciones como reparadoras de crédito que te ayudan a consolidar las deudas que te ha sido imposible pagar. Ellos se encargan de negociar tu deuda con los bancos y a través de un solo pago vas liquidando lo que debes. 

¿Cómo consolidar deudas? 

Realizar una estrategia de este tipo puede hacerse de tres formas: 

Reparadora de crédito

Una reparadora de crédito es un intermediario entre el deudor y el acreedor. La intención es que la reparadora se encargue de negociar alternativas con los deudores con el fin de encontrar apoyos o facilidades para pagar una deuda. 

La ventaja de elegir una opción como esta es que posteriormente la reparadora podrá ayudarte a encontrar otras opciones de financiamiento, siempre y cuando tu comportamiento sea positivo. 

Consolidación bancaria

Cuando tienes más de una deuda con una institución financiera, existe la posibilidad de consolidarlas, de esta forma es más fácil dirigir tu atención a un solo pago en vez de varios. Lo que deberás hacer es acercarte a tu banco y pedir asesoría sobre este tipo de servicio. 

A través un nuevo préstamo

Es común que muchas personas piensen en pagar préstamos con otros préstamos; a pesar de que es una opción, debe de hacerse con mucho cuidado. Un mal cálculo o entendimiento de nuestras finanzas puede causar más problemas que los que ya se tienen. 

Si consideras esta opción lo que tienes que hacer es buscar un préstamo que sea capaz de cubrir los otros que ya tienes y, además, tener una tasa de interés menor. El objetivo será que pagues menos intereses y que en vez de tener varias deudas solo tengas una. 

¿Cómo hacer dinero con deudas?

Como te expliqué anteriormente, existen distintos tipos de deudas y una de las más útiles es la deuda por apalancamiento o inversión. Para enseñarte de mejor manera sobre cómo hacer dinero con deudas quiero que dividas a la deuda en dos tipos: deuda de inversión y deuda de gasto. 

La deuda de gasto es la que cumple con el propósito de adquirir algún bien o servicio; sin embargo, no obtendrás ningún beneficio económico extra por lo que estás comprando. 

Un ejemplo es el comprar un automóvil, pues en su mayoría apenas salen de la agencia comienzan a depreciarse, es decir, pierden su valor; por lo tanto, venderlo en el futuro no te generará ganancia alguna, pues terminarás ganando menos dinero del que usaste para adquirirlo. Sucede de manera similar con electrodomésticos y con otro sinfín de productos que solo pierden valor.

Por otro lado, la deuda de inversión es la que cumple con el propósito de generar más riqueza. Es un préstamo que se obtendrá para usarse en la creación de un negocio o para adquirir un inmueble que tiene altas posibilidades de incrementar su valor, o que puede usarse para crear otra fuente de ingresos a través de renta. 

Es muy común que la deuda de inversión la utilicen compañías grandes al crear una nueva línea de producción. Instalan la maquinaria necesaria y contratan más empleados; todo eso se obtiene a través de la deuda adquirida; sin embargo, posteriormente se generan más ganancias con el aumento de producción de esa nueva línea. 

El objetivo es realizar un plan financiero que permita visualizar que efectivamente el beneficio será mayor al de la deuda obtenida. 

Asimismo, a través de un préstamo se puede iniciar un negocio. Para esto deberás hacer un plan de negocios y un cálculo preciso para obtener un beneficio mayor al gasto. 

Sea cual sea la opción que elijas, tendrás que hacer un análisis completo para cualquier riesgo. Ten en mente que existen factores externos que pueden cambiar tus planes, pero debes tener siempre en cuenta el compromiso de saldar la deuda a tiempo una vez la adquieras. Por esta razón, además de tu análisis, crea un fondo de emergencia en caso de que surja alguna eventualidad. 

¡Este tema es muy interesante! Si quieres aprender más mira este video en el canal de YouTube de The investor U, donde te contamos cómo crear riqueza usando deuda

¡Libérate de las deudas!

Ahora ya conoces la importancia de un correcto manejo de deudas para que no se vuelva una bola de nieve, además de los tipos de deudas que existen y más. Lo que sigue es que tengas más consciencia de tu situación actual con respecto a la deuda: cuánto debes, a quién y cómo piensas pagarla, son preguntas que debes hacerte. 

El que mantengas tus finanzas personales sanamente te dará tranquilidad, seguridad y certeza para el futuro; comienza hoy mismo a crear una estrategia y libérate de las deudas con el curso de finanzas personales para no financieros, en el que te enseñaré a dominar el juego del dinero. 

¡No esperes más y aprende conmigo los cinco pasos para controlar el dinero! Inicia ya el camino hacia tu libertad financiera y comienza a vivir una mejor vida. 

Preguntas clave

¿Cuándo caducan las deudas bancarias?

Una deuda bancaria no caduca realmente. Se puede eliminar el derecho del acreedor a cobrarla, pero no el deber de pagarla.

¿En cuanto tiempo te remueven del Buró de Crédito? 

La duración en los registros de buró de crédito depende de cada país, el plazo puede ser de 6 años a 10 años dependiendo del país y de la cantidad acumulada de deuda. 

¿Puedo unificar mis deudas en un solo pago mensual?

Sí, existe una estrategia conocida como “consolidación de deuda”. Si la deuda adquirida es con la misma institución financiera, puedes acercarte a un asesor y preguntar sobre los planes de consolidación. Por otro lado, existen algunos servicios como “reparadoras crediticias” que te ayudan a unificar todas las deudas que tienes, hacen una negociación con las instituciones a las que les debes y consolidan tu deuda en un pago mensual por cierto periodo de tiempo.

¿Puedo viajar con deudas?

Eso dependerá del país de residencia. Por ejemplo, en Colombia y México el tener una deuda no resulta ser un problema para quienes quieren viajar; no hay mecanismo que intervenga y obligue a pagar antes de tomar un nuevo rumbo.