“Este año se gasta menos” es una de las frases que más hemos repetido a lo largo de nuestra vida, pero pocos son los que han logrado realmente hacerla realidad. Aquí es donde se resume lo complicado que puede resultar para una persona o una familia el tener que reducir los gastos compulsivos para poder distribuir su dinero de forma más eficiente.
Tantas veces nos hemos encontrado ante la situación de necesitar algo importante y al mismo tiempo darte cuenta que no lo puedes comprar o tienes que esperar más tiempo porque unos días antes gastaste dinero en algo que no era necesario. Sin embargo, hay formas de ir cambiando esto.
Aquí te dejamos algunos consejos para que puedas reducir los gastos compulsivos:
1. Acepta la realidad:
Si no aceptas que tienes problemas con los gastos entonces será muy difícil que enfrentes la situación con el compromiso necesario. Primero tienes que comprender lo que está sucediendo, de qué manera afecta tu vida y cuáles podrían ser los beneficios si lo mejoras. Una vez hayas digerido toda esta información será mucho más sencillo admitir que existe algo que se debe mejorar.
2. Organiza tus necesidades y tus deseos:
Gran parte de nuestro dinero se va en gastos que vienen influenciados por nuestros deseos, también llamados gastos “hormiga”. Realiza un estudio general de tus finanzas y determina cuales son las necesidades básicas que debes cubrir sin falta y cuáles son los gastos que provienen de un impulso incontrolable. Una vez tienes esta distinción clara comienzas a ver de
verdad lo que tanto le hace daño a tu cartera.
3. Planifica tu presupuesto:
El presupuesto es la mejor herramienta que puedes tener a la hora de reducir gastos compulsivos ya que te permite distribuir tu dinero en puntos específicos que tú mismo escogiste. Temas como el ahorro, los gastos básicos o el ocio deben entrar en este presupuesto, pero debe haber un equilibrio que te permita disfrutar del proceso. No te pases de un 30% en temas de entretenimiento y siempre aporta mínimo un 10% en el ahorro.
4. Comprométete con el cambio:
Mentalmente tienes que estar en el momento, tienes que estar comprometido con la realidad y debes tomar las determinaciones necesarias para hacer la diferencia. Tu salud financiera y el estilo de vida que esta alimenta dependen de ti y de qué tan involucrado estás con la responsabilidad que recae en tus decisiones. No te tomes este tema a la ligera porque puede ser peligroso.
5. Integra pausadamente los nuevos hábitos:
Luego de que la estructura planificada esté establecida y se haya aceptado que se deben hacer cambios, se abre un periodo de tiempo en el cual paulatinamente los nuevos hábitos de consumo y las estrategias escogidas se van integrando poco a poco en tu forma de vivir. Los cambios van de la mano con la paciencia, enfoca tus energías en lo necesitas hacer y cuando menos lo
esperes habrás mejorado tus costumbre financieras.
Las finanzas personales deben ser un tema que se hable en casa, no se puede ignorar un elemento tan importante como es el manejo inteligente del dinero cuando todos sabemos de historias donde un vecino o un familiar no supo administrar bien su capital y tuvo que sufrir para poder sostenerse. Ser precavido es también parte de ser feliz y todavía estás a tiempo de aprender a gastar menos para generar mejores hábitos de consumo.
Entonces ¿Se puede aprender sobre la economía familiar, el ahorro y las estrategias indicadas para optimizar el uso de tu dinero?
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