La refinanciación de deuda es una estrategia financiera que te puede ser de gran ayuda para reducir los pagos mensuales o tasas de interés de una deuda y mejorar tu situación financiera; sin embargo, antes de considerar esta opción, es importante entender las implicaciones de esta estructuración para que lo hagas de forma correcta.
En este artículo aprenderás qué es una refinanciación de deuda y qué debes considerar antes de solicitar esta opción.
¿Qué es una refinanciación de deuda?
Una refinanciación de deuda es una estrategia financiera en la cual se busca modificar los acuerdos iniciales de un crédito o una deuda para encontrar términos y condiciones más favorables para tus necesidades financieras. Esto quiere decir que se explora la posibilidad de tener intereses más bajos, cuotas más extendidas o reducidas; reestructuración de la fecha de pago y otras estrategias que te beneficiarán si las ejecutas de forma correcta.
Para solicitar una refinanciación de deuda debes cumplir con ciertos requisitos para que una entidad financiera pueda brindarte esta opción. Por lo general, se solicita una refinanciación cuando se atraviesa por situaciones económicas complejas que impiden el pago de una deuda, o, para amortizar los pagos en un periodo de tiempo más corto y no pagar tantos intereses.
Además, se debe tener en cuenta que una refinanciación de deuda debe ser una oportunidad para amortizar una obligación de acuerdo a tus necesidades, por lo que si no se utiliza de forma correcta, podrías estar pagando más intereses en un tiempo prolongado.
¿Qué considerar antes de una refinanciación de deuda?
Antes de refinanciar tu deuda debes considerar que los bancos tienen ciertos requisitos para poder acceder a este beneficio, por lo general: que tu deuda no haya caído en mora, esto quiere decir que se debe negociar con un banco y mostrar voluntad de amortizar la deuda, además, que se cuente con un historial crediticio con un puntaje aceptable y que tu deuda tenga como mínimo, un periodo de duración de seis meses.
Siendo así, debes tener en cuenta que tienes estas alternativas para una financiación de deuda:
Refinanciar la tasa y el plazo
Este es el tipo de refinanciamiento más común, por lo general, se puede negociar en tres situaciones:
- Cuando tienes la disposición de amortizar la deuda; pero, el banco te da la oportunidad de alargar los plazos o el periodo de tiempo por una tasa más baja. Si bien esta estrategia puede solventar tus necesidades económicas momentáneas, al alargar tus plazos, pagarás mayor cantidad de intereses.
- Otra vía para refinanciar la tasa y el plazo se da cuando negocias con el banco para amortizar tu deuda en plazos más cortos y con una tasa de interés más baja.
- Si tus cuotas son demasiado altas, puedes renegociarlas a un precio que se adapte a tus necesidades, pero es probable que una entidad financiera aumente la cantidad de plazos y levemente suba la tasa de interés. Todo de acuerdo a tu perfil de riesgo e historial de pago.
Consolidación de deuda
La consolidación de deuda es una estrategia en la que puedes unificar todas tus deudas o créditos y pagar una sola cuota y tasa de interés. Esta es una estrategia de refinanciación para pagar una tasa de interés más competitiva y salir más rápido de tus deudas. Debes ser cuidado al unificar las tasas de interés, pues, investiga si, sumando todas tus deudas, te queda una tasa más baja, pues, de lo contrario, podrías estar realizando pagos más costosos.
Para hacer uso de este beneficio, pregúntale a tu entidad financiera, de lo contrario, puedes ir a otro banco y solicitar si pueden aplicar esta estrategia.
¿Cómo saber si es la mejor opción?
Existen tres factores que debes evaluar para saber si una refinanciación es la mejor opción para ti, y, si estás leyendo este artículo, es probable que hayas dado el primer paso para mejorar tus finanzas. Por ende, te invito a unirte al curso de finanzas personales que tenemos en The Investor U, en el cual aprenderás a liquidar tus deudas, crear un presupuesto, ahorrar y mucho más. ¡Empieza hoy mismo a controlar tu dinero para un mejor futuro!
A continuación, te comparto los tres factores a evaluar:
Compara los costos y tasas de interés
En general, una refinanciación de deuda debe darte un mejor costo y una reducción en la tasa de interés respecto al contrato que tienes actualmente. Antes de utilizar esta estrategia, evalúa tasas y costos. Responde la siguiente pregunta: ¿estoy viendo una reducción en el costo y las tasas de interés con respecto a la tasa que manejo actualmente? De lo contrario, si el costo aumenta, al igual que las tasas, lo recomendable es no acceder, o renegociar la oferta.
No obstante, depende de tus condiciones y oportunidades económicas; si dado el caso, no puedes seguir pagando en el corto plazo, y esta refinanciación significa un alivio, podría ser algo positivo para ti.
Evalúa el tiempo y la flexibilidad de pago
Normalmente, los pagos se difieren o se acortan a cuotas. Evalúa tu situación actual y futura, así, proyectarás el capital y capacidad de pago para amortizar las cuotas que habrás acordado. Además, la flexibilidad que te pueda brindar el banco será importante, esto, debido a que en el momento tendrás que refinanciar, pero, en un futuro cercano, puedas renegociar para buscar una tasa más competitiva.
Negocia en los finales e inicios de los ciclos de mercado
Las tasas de interés se correlacionan con los ciclos de mercado. Por ejemplo, un ciclo de expansión viene con intereses y créditos bajos, por lo que si tienes una deuda, es un buen momento para negociar una tasa más competitiva; por el contrario, en un periodo de recesión, las tasas son altas, y los intereses suben, por lo que podrías negociar con el banco para que esa tasa no sea subida en el corto y mediano plazo.
Una refinanciación de deuda puede ser una solución efectiva si buscas reducir tus pagos mensuales o tasas de interés; sin embargo, es fundamental considerar cuidadosamente todos los factores antes de tomar una decisión. Es necesario que evalúes tu situación financiera actual y futura, compares diferentes opciones de refinanciación y tasas de interés para tener condiciones más favorables.