La inversión pasiva es una opción muy interesante si no cuentas con mucho tiempo para aprender o revisar constantemente tu capital; además, puedes empezar con pequeñas cantidades de dinero y es una alternativa que debes considerar para comenzar a perseguir tus objetivos financieros.
Continúa leyendo para aprender más sobre esta manera de invertir, desde qué es, hasta las ventajas de aplicar este tipo de estrategia.
¿Qué es la inversión pasiva?
La inversión pasiva se enfoca en comprar activos financieros en el largo plazo, generando rentabilidad constante al seguir las tendencias del mercado. Esto, tratando de correr la menor cantidad de riesgo posible. Por lo que, generalmente, esta inversión trata de replicar los movimientos de un índice sin superarlo. De esta manera, los beneficios económicos no serán altos, sino constantes.
A diferencia de la inversión activa, en la que se busca superar los rendimientos del mercado al comprar y vender activos, en la inversión pasiva, un inversionista compra valores y espera generar rendimientos constantes en el largo plazo. Para que te quede más claro, te lo explicaré con el siguiente ejemplo:
Imagina que, para superar los rendimientos del mercado, un inversionista experimentado debe investigar cuáles acciones del S&P 500 tendrán ganancias sobresalientes, por lo que suele ser un trabajo que requiere más conocimiento. Por otro lado, en la inversión pasiva, una persona que no posee los conocimientos suficientes para realizar un análisis detallado y que tiene un perfil conservador, se decide por un instrumento como el ETF que rastrea el S&P 500, y que le puede generar ganancias constantes en el largo plazo.
Debes tener en cuenta que ese tipo de inversión es ideal para las personas que están iniciando en el mundo de las inversiones, o, que no cuentan con mucho tiempo disponible para hacer un análisis accionario detallado.
Ventajas de la inversión pasiva
Estas son las principales ventajas de la inversión pasiva:
- Un estudio de SPIVA reveló que en los últimos 20 años hasta el 2021, aproximadamente el 95 % de los fondos de inversión activa tuvieron un desempeño inferior a sus índices de referencia del S&P 500. Por lo tanto, aunque los fondos de inversión activa pueden generar mejores rendimientos en el corto plazo, es probable que a largo plazo los fondos de inversión pasiva tengan una mejor rentabilidad. En el siguiente enlace podrás observar el rendimiento de los últimos diez años de los fondos de inversión activa de cada país, basado en su índice de referencia S&P Global.
- La inversión pasiva es la forma más barata de invertir. Los fondos indexados y los ETFs tienen tarifas de gestión más bajas en comparación con los fondos de inversión activa, lo que significa que el costo total de la inversión es menor. Además, los instrumentos de renta fija, también requieren tarifas de apertura bajas.
- Este tipo de inversión no requiere una supervisión constante de la cartera. Los inversores no tienen que preocuparse por elegir las acciones adecuadas, ni por realizar ajustes constantes en su cartera. Esto le permite a los inversionistas dedicar más tiempo a otras actividades importantes de su vida.
- No necesitas tener amplio conocimiento en el mundo de las inversiones para hacer inversiones pasivas.
Mitos y realidades de la inversión pasiva
Antes de hacer inversiones pasivas, ten en cuenta estos mitos y realidades:
- Replicar no garantiza el éxito: La inversión pasiva consiste en replicar un índice de mercado, pero esto no significa que garantice el éxito en términos de rentabilidad. Es posible que el índice seleccionado tenga un desempeño bajo, lo que se traducirá en pocas ganancias.
- Hay riesgo en toda inversión: Al igual que cualquier otra inversión, la inversión pasiva también conlleva un riesgo. Aunque la diversificación de los fondos indexados y los ETFs reduce el riesgo de concentrar la inversión en un solo valor, siempre existe el riesgo de pérdida de capital.
- No es necesario poseer grandes conocimientos o estudios financieros previos para saber qué activos elegir: La inversión pasiva se caracteriza por ser una estrategia sencilla y accesible para cualquier inversor, independientemente de su nivel de conocimiento en finanzas. Al hacer inversiones pasivas, no necesitas conocer acciones específicas ni estrategias puntuales, sino que simplemente debes seguir el desempeño del índice.
No obstante, antes de invertir, siempre es necesario tener un conocimiento básico sobre los instrumentos más adecuados para tus objetivos. Para aprender sobre esto, te invito a unirte al curso gratuito en acciones de The Investor U.
¿Cómo empezar con la inversión pasiva?
Si tienes experiencia y posees un perfil arriesgado, es probable que no te apasione la inversión pasiva; sin embargo, siempre puedes diversificar tu portafolio con esta estrategia. Por otro lado, si estás iniciando en el mundo de las inversiones, puede parecerte atractivas estas formas de inversión:
- Fondos indexados: Te permiten replicar el comportamiento de un índice bursátil con una sola inversión. Algunos de los índices más comunes son el S&P 500, el Dow Jones Industrial Average y el NASDAQ.
- Comprar acciones de valor: esta estrategia consiste en invertir en compañías que cotizan por debajo de su valor intrínseco. Además, estas acciones emiten dividendos; por lo tanto, tendrás un ingreso constante en el largo plazo.
- Compra de una hipoteca: esta opción te permite obtener ingresos pasivos a través de los pagos de los intereses y el capital de una hipoteca; sin embargo, se requiere tener suficiente capital para invertir en una propiedad y asumir el riesgo de impagos por parte del deudor.
- ETF: Son similares a los fondos indexados, pero se compran y venden como si fueran acciones. Esto permite tener una mayor flexibilidad a la hora de vender tu posición.
- Bonos: los bonos son títulos de deuda emitidos por gobiernos o compañías que ofrecen una tasa de interés fija. Tienen tasas de ingreso muy bajas, además, el riesgo de pérdida es demasiado bajo.
La inversión pasiva es una opción interesante para aquellas personas que buscan invertir su dinero de manera sencilla y sin tener que dedicar mucho tiempo a analizar los mercados financieros. A través de fondos indexados, ETF, bonos, incluso, la compra de una hipoteca, es posible obtener ingresos pasivos con un bajo costo y una gestión simple. Es importante tener en cuenta que, aunque la inversión pasiva no está libre de riesgos, los estudios demuestran que, en el largo plazo, suele superar la inversión activa.